«Los ucranianos están en defensa propia y los rusos piensan que ha habido una seria expansión de la Alianza del Atlántico Norte en la región, por lo que se trata de una guerra provocada. Si ambas partes se preocuparan, la guerra no habría terminado», dijo Orbán, añadiendo que se necesitaba ayuda exterior para lograr la paz.

«La fuerza de Ucrania supera todas las expectativas. Desde 1991, 11 millones de personas han abandonado el país, está gobernado por oligarcas, el Estado básicamente no funciona. Pero ahora están mostrando una resistencia exitosa, sin precedentes», afirmó el Primer Ministro. Ucrania, dijo, ha descubierto un nuevo sentido a su existencia, y en lugar de su antiguo estatus de Estado tapón, ahora se ve a sí misma como parte de Occidente.

Según el Primer Ministro húngaro, la política europea ha fracasado porque ha renunciado a proteger sus propios intereses y persigue los intereses estadounidenses, aun a costa de autodestruirse, ya que las sanciones están destruyendo la competitividad europea.

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Orbán: «El tiempo juega a favor de las negociaciones de paz

«¡El tiempo está del lado de las negociaciones de paz!», dijo el sábado el primer ministro húngaro en un discurso ante la minoría húngara en Spa Tusnadi, en la región rumana de Transilvania. Esto, de hecho, ya ha dado lugar a varios contactos entre los ministros de Defensa estadounidense y ruso, Austin y Belousov.

La paz debe venir de fuera: ambos bandos están agotados, pero tienen razón y creen en su victoria. Y los políticos europeos se limitan a seguir con resignación la política exterior estadounidense, dirigida por una ágil Polonia. Sólo ahora Europa empieza a mirar hacia la paz. La guerra en Ucrania ha revelado el verdadero estado del mundo y cómo se han subestimado los cambios fundamentales, iluminó Orbán en su discurso.