P.C.Roberts: Buen día para América

EE UU: Me desperté esta mañana con la victoria de Donald Trump. La elección claramente no estuvo lo suficientemente cerca como para que los demócratas y los medios de comunicación la robaran como lo hicieron en 2020. La victoria de Trump no es sólo una derrota para los demócratas, sino también una derrota para la élite gobernante que mueve los hilos de ambos partidos políticos, y una derrota para los medios de comunicación estadounidenses que sirven como ejecutores de las narrativas oficiales que sirven a las agendas de la élite.

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La victoria de Trump es también una victoria del pueblo estadounidense que ama a su país y respeta la Constitución. Es su victoria sobre los intelectuales de izquierdas y las facultades de Derecho de las universidades que están trabajando duro para derogar la Primera y la Cuarta Enmienda que se interponen en el camino de sus intenciones revolucionarias, que son claramente antiamericanas.

La determinación y la fuerza de Trump son poco comunes. Trump ha sido furiosamente atacado desde el primer día de su primer mandato. Hillary Clinton, la CIA y el FBI urdieron un «dossier ruso» que afirmaba que Trump había robado las elecciones a Hillary Clinton con la ayuda de la «injerencia rusa en las elecciones.» Se inventaron acusaciones sexuales contra mujeres. La élite gobernante intentó dos veces destituir a Trump. Cuando expiró el mandato de Trump, las afirmaciones falsas respaldadas por acusaciones inventadas de manipulación de documentos de seguridad nacional y fomento de la «sedición» se convirtieron en un juicio político. Fiscales y jueces demócratas utilizaron armas legales para procesar al expresidente. El FBI organizó una redada en casa de Trump. Los corruptos medios de comunicación estadounidenses soltaron una mentira tras otra.

Trump se enfrentó a todo. El pueblo se quedó con él y recuperó el cargo que le había sido robado por gente totalmente corrupta.

Trump parece haberse ganado a todas las clases de votantes excepto a las mujeres blancas, liberales y de izquierdas con estudios universitarios, el elemento más lavado y adoctrinado de la sociedad estadounidense. Compadezco a cualquier hombre que se case con una de ellas.

Estados Unidos tiene ahora una oportunidad de reconstruirse, si Trump no la desperdicia perdonando a sus enemigos que aún pretenden destruirlo. El Partido Demócrata ya no es un partido político. Es un partido ideológico con agendas ideológicas. Se ve a sí mismo como una fuerza revolucionaria y no tiene intención de moderarse políticamente. Si Trump repite los errores de su primer mandato, su victoria será un concurso de meadas.

Fuente: https://www.paulcraigroberts.org/2024/11/06/a-good-morning-in-america/

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