Según el Ministerio de Defensa ruso, la puntería y la navegación de los misiles estadounidenses HIMARS (misiles que Biden dijo que no entregaría a Zelensky, pero lo hizo) fueron proporcionadas por Francia. Los especialistas británicos introdujeron las coordenadas del objetivo y la orden de lanzamiento provino de Londres.

¿Qué explica que dos estados títeres estadounidenses trabajen contra el gobierno de Estados Unidos? ¿Es otra operación de la CIA contra Trump? ¿Es el complejo de seguridad militar de EE.UU. pagando a los gobiernos británico y francés para mantener el conflicto rentable (para el complejo de seguridad militar de EE.UU.)? ¿Son los neoconservadores sionistas estadounidenses respaldados por Israel que continúan sus esfuerzos para disminuir la influencia de Rusia en los asuntos mundiales? 

Sea cual sea la respuesta, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso no tiene mejor idea que yo. La portavoz, Zakharova, culpa a Zelensky de incumplir el acuerdo negociado de que ambas partes dejaran de atacar las infraestructuras energéticas de la otra. Rusia aceptó la propuesta de Trump como forma de proteger las centrales nucleares, cuya destrucción podría ser mortal para un gran número de civiles en Rusia, Ucrania y Europa.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, culpó a los militares ucranianos de no seguir las órdenes de Zelensky. Es un misterio cómo Zakharova y Peskov pueden seguir describiendo la situación como una cuestión ucraniana cuando los dos países de la OTAN con armas nucleares (armados por Washington), Gran Bretaña y Francia, están trabajando para socavar las negociaciones de paz entre Trump y Putin.

Si Trump y Putin estuvieran a la altura de los grandes estrategas de la historia, ¿qué harían para poner fin a esta payasada? Anunciarían una alianza militar. Putin puede tener Ucrania, el Báltico y toda Europa que quiera. Trump se quedará con Canadá, Groenlandia y Panamá. Nadie en la tierra podría hacer nada al respecto.

Putin no quiere Ucrania, ni el Báltico, ni Europa. Sólo quiere que dejen en paz a Rusia y que se relacione libremente con los países que componen el mundo. Lo que realmente quiere Trump, aún no lo sabemos. Pero una alianza Trump-Putin establecería el dominio sobre el gobierno de la tierra, Israel incluido. La agenda israelí del Gran Israel podría ser fácilmente desechada, las armas nucleares de Israel destruidas y se haría justicia a los palestinos. Israel se reduciría, en lugar de expandirse, en límites, y los judíos podrían usar su talento para los negocios para hacer de Oriente Medio una zona próspera del mundo.

El presidente Trump parece tener la idea de que la búsqueda de intereses mutuos en los negocios es muy superior a la búsqueda de la guerra. Putin ha demostrado ser el menos combativo de los líderes de países poderosos.

Si tan sólo Trump y Putin pudieran darse cuenta de que una alianza militar entre EE.UU. y Rusia establecería la paz en el mundo, no más OTAN, no más CIA derrocando gobiernos, no más propaganda sobre amenazas de noticias falsas, podríamos entrar en una era dorada de paz.

Por supuesto, el complejo de seguridad militar asesinaría tanto a Trump como a Putin.

Sin embargo, creo que ambos se arriesgarían si sólo se les ocurriera.

Fuente: Trump and Putin Could Bring Peace to the World |