¿Saben nuestros encorbatados ejecutivos que su anfitrión habla con Dios a través de su perro difunto? ¿Conocen sus poses y mítines, provisto de una motosierra con la que amenaza aserrar la legislación laboral y tronchar el movimiento sindical? ¿Tienen noticia de su propósito de suprimir derechos y libertades y erradicar la memoria antidictatorial y antigolpista por la que tantos argentinos han luchado? ¿Les consta que el tal Milei pregona a los cuatro vientos que “la justicia social es una aberración”? ¿Desconocen las protestas masivas que su arrogancia ha desencadenado entre los sectores populares y medios de Argentina? ¿Es posible que no conozcan su obsesión por desmantelar todo vestigio del Estado en Argentina? ¿Alguno de los tan bien remunerados asesores o gabinetes de prensa de los ejecutivos españoles les ha informado del aval absoluto de Milei a las atrocidades del Gobierno de Benjamín Nethanyahu en Gaza y Cisjordania? Es difícil pensar que no lo sepan.
Claro que, “el negocio es el negocio”, dirán en su descargo. Pero, ¿qué negocio cabe hacer con un personaje tan poco fiable como el que les convocó? Para reunirlos, ha aventado el reclamo de que va a poner en almoneda las ingentes riquezas de un país políticamente tan desafortunado como para haberle aupado a él a la máxima magistratura argentina. Al aroma del negocio, esto es, el de la completa privatización de sectores económicos estatales argentinos, los estirados empresarios y financieros españoles han acudido, al parecer, sin pensar siquiera un momento en que Milei, todo lo que piensa —cuando piensa—, dice y representa, es una untuosa pompa de jabón sucio que al menor resoplido estallará y mojará por sorpresa sus encremados rostros, oscuros ternos y vistosas corbatas. ¿A costa de qué y a costa de quién el lenguaraz poncio argentino va a poner en venta, a precios de saldo, los potenciales ganaderos de la Pampa, el riquísimo grano de la Patagonia, los hidrocarburos de Yacimientos Petrolíferos Federales, y las telecomunicaciones de Argentina?: a costa de sepultar en la miseria a los trabajadores, los campesinos, las clases medias y las familias del país austral y a costa también de sumirlas la explotación foránea más descarnada. En base a esta evidencia, ya confirmada en la actualidad argentina por las masivas manifestaciones en contra de Milei y de todo lo que significa, no nos sirve a los trabajadores españoles el argumento autojustificador presumiblemente atribuible a los 15 ejecutivos de aquí según el cual los negocios que perpetren allí van a redundar en beneficio de los que aquí trabajamos. Los obreros no comemos carne de obreros. Nuestros conflictos no son horizontales, entre nosotros, trabajadores y empleados españoles y argentinos, sino que nos enfrentan vertical y conjuntamente a los de siempre, a todos aquellos que quieren enemistarnos para seguir expoliándonos mejor a todos.
Señores empresarios y ejecutivos españoles: han cometido un error de grandes proporciones. Dar crédito a un fantoche como el que les ha convocado les desacredita enormemente. No nos vendan la milonga del negocio, ni la de la creación de empleo en España; ni siquiera la de mantener la sacrosanta tasa de beneficio; porque ningún ser humano mínimamente sensato se lo cree. Los fantoches, aunque parezcan imbéciles, suelen embaucar a los incautos en sus delirios y acaban por robarles la cartera. No sean incautos. Las cosas les van bien en España, según todos los datos macroeconómicos. Les recuerdo que la avaricia rompe el saco, como reza el viejo refrán. No sigan por ese camino hacia su desastre que puede llegar a ser también el nuestro.
Si prosiguen en su intento de negociar con el político más desequilibrado de la escena mundial, tras la crisis que su engaño habrá generado en sus cuentas empresariales, ustedes tendrán la tentación de hacernos pagar el precio de su enorme desatino gravando nuestros salarios y recortando nuestros derechos. Pero ningún trabajador español con dignidad lo va a permitir. Por todo ello, den marcha atrás cuanto antes. Apártense del tufo a oro que un connotado vendedor de humo azufrado les está restregando por la nariz. Todavía es tiempo de hacerlo. Háganlo ya.
Posdata: habida cuenta de la asistencia de Milei al contubernio ultraderechista antieuropeo convocado en Madrid por Vox, no olviden a sus colegas empresariales alemanes, que han alertado por los riesgos económicos y financieros que el regreso del fascismo a Europa puede acarrear.
Fuente: https://mundoobrero.es/2024/05/19/la-foto-de-la-verguenza/